lunes, 15 de febrero de 2021

Miguel Primo de Rivera

 Miguel Primo de Rivera y Orbaneja (Jerez de la Frontera, 8 de enero de 1870-París, 16 de marzo de 1930) fue un militar español que gobernó como dictador entre 1923 y 1930.

Entró siendo joven en el Ejército y estuvo destinado en Marruecos, Cuba y Filipinas hasta ascender a general.​ Primo de Rivera, que se veía a sí mismo como el «cirujano de hierro» costiano,​ tras encabezar el 13 de septiembre de 1923 un golpe de Estado que contó con el visto bueno del monarca Alfonso XIII,​ dejó en suspenso la Constitución de 1876​ e instauró una dictadura en la forma de un directorio militar entre 1923 y 1925, al que siguió un directorio civil presidido por él mismo entre 1925 y 1930.​ Durante el transcurso de la dictadura —en el contexto de un ciclo económico exterior expansivo desde 1924 hasta 1929— se produjo crecimiento económico y se desarrolló una política intervencionista y proteccionista con inversión en obras públicas e infraestructuras.​ Primo de Rivera consiguió encauzar el problema de Marruecos gracias a la operación del desembarco de Alhucemas de 1925​ y, en 1927, fundó la Asamblea Nacional Consultiva, considerada la primera cámara de carácter corporativista en Europa durante el período de entreguerras,​ que llegaría a elaborar un anteproyecto de constitución de carácter antiliberal y autoritario.​ Crecientemente impopular, dimitió el 28 de enero de 1930 tras perder el favor del monarca y del Ejército, y se trasladó a París, donde falleció poco más tarde.

Fue ii marqués de Estella y grande de España.


Su régimen se presentó inicialmente como regeneracionista y de carácter provisional,​ y el propio Primo de Rivera llegó a afirmar que su directorio militar duraría solo tres meses.​ Sin embargo, no tardó en crear un partido político, la Unión Patriótica, como base política del régimen.​ Impresionado por el fascismo italiano,​ llegó a llamar a Mussolini en una visita a Italia «mi inspiración y maestro».​ Primo de Rivera intentaría institucionalizar el régimen durante el Directorio Civil.​

Pedro Carlos González Cuevas apunta que, a diferencia del fascismo, su dictadura no fue más que un típico régimen burocrático-conservador o militar-corporativista,​ además de señalar también la falta de inquietudes culturales y el desprecio manifiesto a la intelectualidad por parte de Primo de Rivera.​ Gabriele Ranzato apunta que su aversión visceral a la intelectualidad estuvo animada por un complejo de inferioridad.​ Martin Blinkhorn señala que Primo fue un «benevolente y sincero paternalista». Stanley G. Payne indica que el fascismo italiano —a pesar de que no estaba en los objetivos del régimen un calco del mismo— fue, en cualquier caso, lo «más cercano a un modelo» que tuvo la dictadura.​ Para Gonzalo Fernández de la Mora, su dictadura constituyó «un híbrido de pretorianismo decimonónico y de regeneracionismo finisecular»,​ mientras que Raúl Morodo la interpretó como la «institucionalización regeneracionista del bonapartismo».​ Alejandro Quiroga destaca que Primo, defensor ya desde 1916 del adoctrinamiento popular del nacionalismo,​ empleó durante su dictadura al Ejército como herramienta para nacionalizar a las masas mediante la propaganda de ideas patrióticas ejecutada por oficiales a lo largo del país.​

El pensamiento político de Primo de Rivera, que se veía a sí mismo como el «cirujano de hierro» regeneracionista de Joaquín Costa,​ y que también añadió a su ideario el concepto de «revolución desde arriba» de Antonio Maura,​ es descrito por Raymond Carr como «primitivo, personal y naíf».​ En palabras de Richard Herr, era «demasiado campechano como para poder compararse con Mussolini».​ A pesar de dedicar muchas horas a sus quehaceres de gobierno, sus hábitos de vida eran muy desordenados.


Reconocimientos

  • Cruz de Primera Clase de la Orden de San Fernando (1894)
  • Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar (1913
  • Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo (1925)
  • Gran Cruz (con distintivo rojo) de la Orden del Mérito Naval (1925)
  • Gran Cruz Laureada de la Real y Militar Orden de San Fernando (1925)
  • Doctor Honoris Causa por la Universidad de Salamanca (1926), otorgado por el claustro de la universidad al haber manifestado su deseo de obtenerlo el propio dictador.
  • Gran Cruz de la Orden de Cristo (1927)
  • Collar de la Orden de Isabel la Católica (1929)​
  • Gran Cruz de la Orden de la Torre y de la Espada, del Valor, Lealtad y Mérito (1929)​

En su casa natal (que acogió un conservatorio de música) se empezó a montar un museo a su figura, recabando objetos personales y de valor. Incluso se llegó a colocar una lápida diseñada por Francisco Hernández-Rubio y Gómez​, pero el proyecto quedó paralizado y la casa abandonada.





Información sacada de:  https://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_Primo_de_Rivera

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